¿Es la nicotina cancerígena? La palabra de la ciencia

¿Qué dice la ciencia de que la nicotina es cancerígena?

Publicado en: 22/07/2022

Tabaquismo y riesgo de cáncer: ¿es la nicotina la culpable?

Si fumas o vapeas, sabes que estás tomando nicotina cada día. Probablemente ya sabes que esta sustancia no es del todo inofensiva, pero quizá no seas consciente de todos los efectos que puede tener en tu salud.

Es posible que un día hayas oído a un conocido decir que la nicotina es cancerígena, o que hayas leído sobre ello en la web: al fin y al cabo, en Internet puedes encontrar artículos que lo corroboran.

¿Es cierto? ¿La ingesta de nicotina supone realmente un riesgo de cáncer, o es un bulo?

Responderemos a estas preguntas en el siguiente artículo, en el que también explicaremos qué diferencias hay entre los rubios y los e-cigarrillos en cuanto a su nocividad.

Mujer encendiendo un cigarrillo

La nicotina no es una causa directa del aumento del riesgo de cáncer

La creencia de que la nicotina es una molécula cancerígena está muy extendida, pero en realidad las investigaciones científicas parecen demostrar que este compuesto químico no aumenta el riesgo de cáncer.

Sin embargo, esto no significa que sea una sustancia inofensiva: la ingesta constante de nicotina puede tener efectos perjudiciales para el sistema circulatorio.

Esta molécula actúa sobre los receptores del sistema nervioso provocando el aumento del ritmo cardíaco y la constricción de los vasos sanguíneos: a la larga, el corazón se debilita y las arterias se vuelven más delgadas y pierden elasticidad. Por ello, el consumo regular de nicotina aumenta el riesgo de numerosas enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el ictus, la hipertensión y el aneurisma aórtico,

Además, esta sustancia puede ser muy tóxica si se toma en cantidades excesivas. La dosis letal de nicotina es de unos 40 mg, pero suele ser prácticamente imposible alcanzarla fumando un cigarrillo o vaporizando. Sin embargo, la ingesta de tabaco o de líquidos que contengan un alto porcentaje del mismo puede provocar una intoxicación aguda, que se manifiesta con los siguientes síntomas:

  • convulsiones;
  • parálisis muscular;
  • cese de la respiración;
  • coma.

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¿Cuál es la causa de la carcinogenicidad de los cigarrillos?

Por tanto, la nicotina no es cancerígena. Sin embargo, sabemos que el consumo de cigarrillos puede aumentar considerablemente el riesgo de cáncer. Pero, entonces, ¿quién es el responsable de la carcinogenicidad de los cigarrillos?

Hay que saber que hay cientos de moléculas tóxicas en el humo del cigarrillo, y decenas de ellas poseen efectos mutagénicos y oxidantes que favorecen el desarrollo de las células cancerosas. Entre ellas, las más conocidas son:

  • formaldehído. compuesto químico utilizado en la producción de desinfectantes. Aumenta el riesgo de carcinoma nasofaríngeo, leucemia y cáncer de garganta;
  • benceno, un líquido inflamable contenido en el petróleo. Puede dañar el ADN y favorecer numerosas neoplasias, como el cáncer de pulmón y el de hígado;
  • acetaldehído, otro líquido inflamable utilizado para endulzar el sabor de los cigarrillos. Al igual que el benceno, este compuesto también tiene efectos mutagénicos y aumenta el riesgo de desarrollar células cancerosas;
  • arsénico, un semimetal muy tóxico que en el pasado se utilizaba a menudo como veneno para cometer asesinatos. Puede causar graves daños en el sistema cardiovascular, los órganos digestivos y los pulmones, e inhibe los mecanismos de reparación del ADN;
  • el cadmio, un metal utilizado en la producción de baterías y yesos. Si se toma en dosis elevadas, puede perjudicar el funcionamiento de los riñones, el sistema reproductor, el sistema nervioso y los vasos sanguíneos.

Chico fumando y emitiendo una gran nube de vapor

Vapear o fumar tabaco: ¿cuál es la alternativa menos dañina?

Como hemos explicado, la nicotina no aumenta el riesgo de cáncer, pero sigue siendo un peligro para la salud. Por lo tanto, la carcinogenia de los cigarrillos no está causada por esta molécula, sino por decenas de otros compuestos químicos presentes en el humo de los cigarrillos y producidos por la combustión del tabaco.

Como se sabe, los líquidos para los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, pero se consumen sin combustión: por lo tanto, el vapor de los cigarrillos electrónicos no contiene todas las toxinas presentes en los cigarrillos tradicionales. Todo esto sugiere que el vaping es menos dañino que fumar tabaco. Sin embargo, todavía hay muchos que desconfían de los e-cigs y los consideran tan dañinos como los rubios, si no más.

¿Cuál es la verdad?

La investigación científica aún no dispone de suficiente información para evaluar con precisión cuáles son los efectos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos, pero los estudios realizados hasta ahora parecen coincidir en que los cigarrillos electrónicos son mucho menos perjudiciales que los rubios, tal y como afirma la Asociación Italiana para la Investigación del Cáncer.

¡Piensa que en 2015, Public Health England, una agencia del Departamento de Salud británico, comparó los resultados de numerosas investigaciones sobre los efectos nocivos del vaping y del tabaquismo, y los resultados de la criba fueron bastante claros: de los datos de los estudios tenidos en cuenta, se desprende que los riesgos de los e-cigarrillos son un 95% menores que los de los fumadores de los rubios!

Atención: el vapeo no es una actividad inofensiva, sólo una alternativa menos dañina al tabaco. Si no fumas, no utilices cigarrillos electrónicos.

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En conclusión

Ahora ya sabes que la nicotina no es una sustancia cancerígena, pero esto no significa que sea inofensiva: de hecho, puede tener efectos adversos en el sistema circulatorio y favorecer la aparición de enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos.

La causa de la carcinogenicidad de los cigarrillos tradicionales es la presencia de decenas de productos de la combustión del tabaco en el humo de los cigarrillos.

El vapor de los e-cigs, en cambio, no contiene todas estas toxinas que pueden favorecer el desarrollo del cáncer, y según varios organismos sanitarios autorizados, los e-cigarrillos son menos perjudiciales que los rubios. No obstante, conviene tener en cuenta que el vapeo no es una actividad exenta de riesgos para la salud; sólo debe considerarse una alternativa menos perjudicial que el tabaco.

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