Publicado en: 22/07/2023
¿HAY CIGARRILLOS QUE NO HACEN DAÑO O QUE HACEN MENOS DAÑO QUE OTROS? ACLAREMOS: TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LOS CIGARRILLOS TRADICIONALES, LOS IQOS Y LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS
Los perjuicios del consumo de cigarrillos se conocen desde hace décadas. La comunidad científica está de acuerdo: los cigarrillos tradicionales provocan enfermedades muy graves. El alto contenido de sustancias tóxicas daña el organismo y la nicotina provoca una adicción muy difícil de superar.
En los últimos años han aparecido en el mercado dispositivos como los calentadores de tabaco que, en lugar de quemar, calientan el tabaco con la “promesa” de reducir la cantidad de sustancias tóxicas inhaladas. Pero, ¿son realmente menos peligrosos? ¿Y cómo se comparan con el cigarrillo electrónico?
Cigarrillos tradicionales: los daños del tabaco
Como ya hemos mencionado, el cigarrillo tradicional causa muchos daños al organismo: contiene más de 7.000 sustancias, de las cuales al menos 70 figuran en la lista de la OMS como determinadas sustancias cancerígenas.
Cada vez que inhalas el humo de un cigarrillo, introduces en tu cuerpo monóxido de carbono, cadmio, acetaldehído y polonio 210, una mezcla muy peligrosa que aumenta el riesgo de padecer enfermedades graves (al menos 27 enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer)
Tampoco sirve de mucho pasarse a los cigarrillos light, que por el contrario pueden tener un efecto paradójico: la menor presencia de alquitrán y nicotina liquida, así como el sabor más ligero, llevan a fumar más e inhalar el humo más profundamente.
En resumen, no hay cigarrillos que no hagan daño. Existen alternativas: los calentadores de tabaco, pero sobre todo el cigarrillo electrónico, que ni quema ni calienta el tabaco, evitando los daños relacionados.
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Calentadores de tabaco y cigarrillos electrónicos: ¿cuáles hacen menos daño?
En el mercado desde 2014, los dispositivos de calentamiento del tabaco se crearon para ofrecer a los fumadores una alternativa al cigarrillo tradicional, con el objetivo de ayudarles a dejar de fumar para siempre: no es casualidad que el nombre comercial iQOS signifique I Quit Ordinary Smoking.
Su funcionamiento es sencillo: en lugar de quemar, el dispositivo “calienta” el tabaco del pequeño cigarrillo a una temperatura de unos 350°. La concentración de sustancias tóxicas en comparación con un cigarrillo tradicional es menor, pero no está ausente: se mantiene la fuerte inflamación de los pulmones y otros órganos.
Un estudio japonés, encargado para Tokio 2020, demostró la presencia de nicotina y otras sustancias volátiles en cantidades bastante similares a las de un cigarrillo tradicional.
Los calentadores de tabaco tampoco ayudan a dejar de fumar: los altos niveles de nicotina crean una adicción similar a la causada por los cigarrillos. Por lo tanto, dejar de fumar utilizando cigarrillos calentadores de tabaco es poco probable.
Cambiar los cigarrillos tradicionales por este tipo de dispositivos ayuda poco a dejar de fumar y, al mismo tiempo, le expone a sustancias peligrosas para la salud: la Sociedad Respiratoria Europea desaconseja su uso para abandonar el hábito.
Por el contrario, el e-cigarrillo no quema ni calienta el tabaco: la ausencia de combustión evita la inhalación de muchas de las sustancias tóxicas presentes en los cigarrillos y en dispositivos como el iQOS. Si a esto añadimos la posibilidad de elegir líquidos sin nicotina, comprenderemos cómo el e-cig tiene efectos mucho menos arriesgados.
Por qué los cigarrillos electrónicos son menos malos para la salud
‘Vaping’ hace menos daño que fumar. Los cigarrillos electrónicos son más seguros y menos nocivos que los “rubios” tradicionales y que los dispositivos para calentar el tabaco. Al contrario, podrían ser la forma de dejar de fumar: lo ilustra bien la decisión de Inglaterra de utilizar los e-cigarrillos como recurso contra el tabaquismo.
Los cigarrillos electrónicos calientan un e-liquid aromatizado, con o sin nicotina, en un depósito. La persona que “vapea” inhala vapor, no el producto de la combustión del tabaco. Los e-cigs no son inofensivos, pero comparados con los cigarrillos tradicionales hay un abismo.
Así lo afirman varios estudios. Por ejemplo, una investigación del Instituto Pasteur de Lille analizó la composición química de las emisiones de los cigarrillos tradicionales, los calentadores de tabaco y tres tipos de cigarrillos electrónicos. Entre otros datos, mostró una disminución de aproximadamente el 93% de las emisiones de carbonilo en comparación con los cigarrillos tradicionales, lo que se traduce en un nivel de seguridad significativamente mayor.
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En conclusión
¿Cigarrillos que no son malos para ti? Los que no se fuman. Los cigarrillos tradicionales, los cigarrillos light y los calentadores de e-liquid sabor tabaco emiten sustancias nocivas para la salud y contribuyen a enfermedades muy graves.
El cigarrillo electrónico, a diferencia de los demás, no produce emisiones procedentes de la combustión de hojas de tabaco: es menos peligroso, y no por poco. Esto no significa que sea inofensivo, sino que, comparado con las otras dos soluciones, es con diferencia la mejor opción.
Si a esto añadimos que existen líquidos sin nicotina, el e-cig se convierte en una herramienta útil para reducir la adicción y ayudar a los fumadores a dejar de fumar, una de las principales causas de muerte en el mundo.
